Como vengo del caos, del caos escribo,
como vienes del viento, al viento sigo.
Yo suelo predicar, tú das el trigo,
cuando mueres por mí, por ti yo vivo.
Tú engendras el color, yo no concibo
un día sin pasar tiempo contigo.
Cuando estás, casi todo lo consigo:
emites la frecuencia que recibo.
No he conocido orden ni concierto
y tú vas encajando mis retazos
con tu bondad, con mimo, con acierto.
Convirtiendo mis nudos en tus lazos,
cosiendo cicatrices que no advierto,
cambiándome cuchillos por abrazos.