Como las hojas muertas de un árbol
que ha perdido la esperanza,
nuestra cama, se fue llenando de otoños.
Como el suicidio de cuerpo que explota
contra el suelo, precipitando otra verdad,
los veranos, iban chocando en otoños.
Cómo la lagrima de un sueño
partido en la almohada,
queriendo borrar viejos recuerdos,
nuestros otoños… se olvidaron de partir.